INVERNADEROS PARA ILEGALES
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La historia de la mayoría de los subsaharianos que se encuentran bajo estos plásticos se repite. Traoret (en el centro izquierda) es de Malí y recorrió miles de kilómetros hasta llegar a Fuerteventura en patera. Dejó atrás a su mujer y a su hija recién nacida y decidió invertir su poco capital en un billete a Huelva porque le dijeron que aquí había trabajo. Ahora no tiene ni agua potable, ni comida ni esperanza, porque sin papeles ningún empresario se atreve a facilitarle un puesto en el tajo. Un poco de pan con tomate y una bolsa de mandarinas que alguien le ha regalado será su único alimento en el día de hoy. Lleva cuatro meses en esa misma situación.